Es un vino de origen en el los viñedos de centro-este de Mendoza. Variedad conformada por Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Malbec, Merlot, Syrah, Bonarda, Sangiovese, Barbera d'Asti, Pinot Noir, Tempranillo, Chardonnay, Chenin Blanc. Cuenta con una crianza de 10 meses en barricas de roble americano. En su nota de cata surge un rubí ciruela brillante. Al disfrutarlo irrumpe un aroma pronunciado y frutal, donde destaca la fruta roja fresca matizada con dejos ahumados y vainillados. Esto es producto del contacto con el roble, que caracteriza las primeras percepciones. En boca, sorprende su redondez y equilibrio entre la acidez y una agradable estructura debida también a taninos fluidos de gran suavidad. El número de variedades de vitis vinifera intervienen en la composición. Se recomienda maridar con pasteles de carne o ave, guisados, pastas rellenas o con salsas cárnicas. Vale recordar que toma su nombre de la antigua costumbre española de comer doce uvas por cada campanada que anuncia el Año Nuevo.
